— Economía Circular —

La economía circular es un modelo económico que busca maximizar el uso de los recursos y minimizar el desperdicio. Se basa en el principio de reparar, reutilizar, regenerar y reciclar materiales y productos para mantenerlos en la economía el mayor tiempo posible. En lugar de un enfoque lineal de "tomar, hacer, desechar", la economía circular promueve la creación de productos duraderos, la reparación y reutilización, y la recuperación de materiales al final de su vida útil para crear un sistema más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.A finales de 2019, 78 países que contienen el 71% de la población mundial habían implementado políticas, legislaciones o reglamentos para gestionar los residuos electrónicos, o tenían un plan para hacerlo.
La reparación juega un papel fundamental en la economía circular y tiene varios impactos positivos:


Impactos Positivos 


Reducción de residuos: Al reparar productos y extender su vida útil, se evita que terminen en vertederos o sean desechados prematuramente, lo que reduce la generación de residuos y la presión sobre los recursos naturales.

Estímulo a la economía local: La reparación fomenta la creación de empleos locales en el sector de servicios de reparación y renovación, lo que contribuye al crecimiento económico y a la generación de ingresos en las comunidades.

Ahorro de recursos: Reparar productos existentes en lugar de fabricar nuevos desde cero ayuda a conservar recursos valiosos como materias primas, energía y agua, ya que se requiere menos producción y extracción de recursos.

Fomento de la innovación: La reparación puede estimular la innovación y el diseño de productos más duraderos y fáciles de reparar, lo que a su vez impulsa el desarrollo de soluciones más sostenibles y circulares en la industria.

Reducción de costos: Para los consumidores, la reparación suele ser más económica que comprar un producto nuevo, lo que les permite ahorrar dinero y acceder a bienes y servicios de calidad a precios más asequibles.


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Basura Electrónica (e-Waste)

"Residuos electrónicos", "chatarra electrónica" y "aparatos electrónicos al final de su vida útil" son términos que se utilizan a menudo para describir los dispositivos electrónicos usados que se acercan al final de su vida útil y se desechan, donan o entregan a un reciclador.
Aunque "basura electrónica" es el término comúnmente utilizado, existe un valor inherente de estos materiales que puede ser reutilizado, reacondicionado o reciclado para minimizar los residuos reales que podrían acabar en un basural o eliminados de forma inadecuada en un vertedero sin protección. Según la Global E-waste Statistics Partnership (GESP), se estima que en 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas métricas (Mt) de residuos electrónicos en todo el mundo y solo el 17,4 % de los residuos electrónicos generados a nivel mundial se recogieron y reciclaron a través de los canales adecuados.
Muchos investigadores han empezado a incluir en la definición de basura electrónica los aparatos que ya no están "de moda", porque han quedado obsoletos por las nuevas generaciones de dispositivos; estos aparatos pueden funcionar perfectamente bien, pero su propietario principal los ha desechado en favor de un aparato más nuevo. 



Iniciativas "Verdes" globales

A finales de 2019, 78 países que contienen el 71% de la población mundial habían implementado políticas, legislaciones o reglamentos para gestionar los residuos electrónicos, o tenían un plan para hacerlo.

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